Aprovechando que los domingos pueden cargarse las bicis en el metro, hicimos una excursión familiar por la huerta de Burjassot, vecina a Valencia.
Bellos Parques
Nos bajamos en la parada de Burjassot y atravesamos el parque de L’exiereta, con pinos centenarios en que juegan las ardillas, vegetación mediterránea, una barraca reconstruida y atravesado todo ello de de bellos canales que recuerdan la importancia del riego en la Huerta .
Atravesamos la vía del tren y descubrimos una bella estampa de la Valencia centenari:
Alquerías medievales
Alquerías del Pino, una de las alquerías medievales que restan en Valencia, bellamente restaurada, junto a naranjales de fruta en sazón, en la partida de Borbotó.
Regresamos por el camino viejo de Burjassot y nos detenemos en otra alquería del Pi, donde se puede comer agradablemente en una antigua masía. Otras alquerías que esperan restauración para facilitar un espacio auténticamente cultural son la Alquería del Moro y la Alquería Fonda, que va rehabilitando un arquitecto, Manuel De Leiva, a sus expensas a causa de la crisis económica.
Parque de Benicalap
Finalmente llegamos al Parque de Benicalap, antigua alquería de Juliá y huerto de naranjos, como colofón de este bello homenaje a la huerta, con su montículo artificial coronado de una cascada, bellos magnolios,y espacios de juegos para niños.
José Vicente NIclós